Después de varias horas de charla descubrimos que habíamos sido compañeros de aula en nuestra tierna infancia. Habían pasado más de 50 años y ninguno recordaba nada del otro. Nos acordábamos de nuestro maestro D. Luis Arregui, de sus premios y castigos, de nuestros compañeros comunes, de los juegos infantiles de entonces e incluso de anécdotas que habíamos convivido en nuestra etapa escolar pero no conseguimos rescatar de nuestra deteriorada memoria el menor atisbo el uno del otro.
desmantelamiento
Hace 1 día
1 comentario:
Yo también fui a clase con don Luis Aregui, Y luego con su hijo en Oviedo. Familia de eneseñantes de prestigio.
Jose H.
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