La Ley de Planificación Familiar en Irán ha
facilitado los indudables avances sociales de las iraníes y ha sido utilizada
como modelo para otros países en desarrollo.
Desde su implantación en 1989,
había ayudado a lograr un descenso continuado del índice de fertilidad en el
país: de 7 nacimientos por mujer en 1980 a 5,5 en 1996 y 1,85 en 2014. Lo cual
hizo que la mujer iraní se fuera introduciendo cada vez más en la vida laboral
acercándose a la igualdad con la de los hombres.
Pero el continuo crecimiento de la
población sunita ha dejado a los chiitas en clara desventaja respecto el número
de habitantes con sus hermanos, pero rivales, musulmanes. Esto, junto al
descenso de hombres chiitas, producto de la aún reciente guerra con sus vecinos
iraquíes, ha hecho que el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, estudie
duplicar la población iraní. Su objetivo es alcanzar los 150 millones de
habitantes para 2050. Amnistía Internaconal teme que este aumento de población
redunde en detrimento de las mejoras sociolaborales de la mujer iraní.
Mientras las autoridades iraníes
declaran que en Irán hombres y mujeres reciben el mismo trato, Amnistía
Internacional asegura que la discriminación de la mujer es frecuentes en Irán,
donde se le niega la igualdad de derechos respecto del matrimonio, el divorcio,
la custodia de los hijos, las herencias, los viajes e incluso a la hora de
decidir su indumentaria.
Aún así el número de mujeres
universitarias (60 %) es superior al de hombres y la indumentaria femenina es
variopinta. Mientras las jóvenes universitarias visten de una forma similar a
las europeas, con velos de colores que no ocultan la belleza de sus rostros
sino que ayudan a resaltarla aún más, la mayoría aún sigue cubriendo su ropa
con el negro chador o con velos grises o negros que para nada les favorecen.
En cuanto a su relación con los
viajeros extranjeros decir que son abiertas al diálogo y que muchas de ellas se
dirigieron a nosotros para saludarnos y preguntarnos por nuestros países y por
el de ellas. Sin duda la cultura persa de ayudar al viajero aún está presente
en su sociedad.