Una vez
finalizada la Segunda Guerra Mundial, (1945), los 5 países más poderosos del
mundo, Francia, China, Reino Unido, Estados Unidos y la Unión Soviética decidieron crear una organización (ONU) que ayudase a mantener la paz y la
seguridad internacional.
Uno de los
logros más destacados de la ONU fue, en 1948, proclamar la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Otro logro muy
importante fue la creación de ACNUR
(Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) con la finalidad
de ayudar a los europeos desplazados a causa de la Segunda Guerra Mundial. Si
en un principio se creó para un mandato de tres años, con el objetivo de
completar sus labores humanitarias, y luego disolverse; hoy, 65 años más tarde
es aún mucho más necesaria su presencia. Aunque esta vez no sea para ayudar a
los europeos sino a ciudadanos provenientes del Oriente Medio y de África.
Desde su
creación ACNUR ha ofrecido protección y asistencia a decenas de millones de
refugiados, buscando soluciones duraderas para muchos de ellos. Los
patrones globales de migración se han vuelto cada vez más complejas en los
tiempos modernos, con la participación no sólo de los refugiados, sino también
a millones de inmigrantes económicos.
A finales de
2009, la población total bajo el amparo de ACNUR era de 40 millones de
personas. Las nacionalidades de la mayor parte de los refugiados o desplazados
son afganos (2,9 millones), colombianos (2,5 millones), iraquíes (1,8
millones), sudaneses (1,6 millones) y somalíes (839.000).
En 2011
comienza la guerra civil en Siria y en estos 4 años más de 2 millones se
refugian en los países musulmanes vecinos de Líbano, Turquía, Jordania e Irak, con más de 500.000 sirios cada uno. Se trata de la
peor crisis humanitaria del Siglo XXI.
Pero no fue
hasta ahora, con el éxodo de 160.000 sirios atravesando toda Europa en busca de
refugio, cuando los estados europeos toman conciencia de la magnitud del grave
problema del pueblo sirio.
La Comisión Europea (C.E.) ha propuesto distribuirlos entre los 28 estados
miembros, pero ha retrasado la decisión al mes de Octubre. Se nota que entre los
120.000 no hay ningún europeo.
A España le
corresponden 15.000 pero, como siempre ocurre en nuestro país, no todos están
por la labor de dar la bienvenida a los refugiados sirios. No son de los
nuestros dicen. Quizás tampoco el millón de refugiados republicanos españoles,
motivados por la Guerra Civil, fuera de ellos.