jueves, 19 de julio de 2012

Esperando a David


Tras 50 días, con sus respectivas noches, de larga espera; por fin vuelve a tenerlo entre sus brazos. Todos los días acudía al pozo para comunicarse a distancia con él pero hoy ya puede decirle al oído lo orgullosa que está de él.
David, junto a otros nueve compañeros de mina, se mantuvo encerrado en las profundidades del pozo de carbón como acto de protesta ante lo que ellos consideraban una gran injusticia del gobierno de Rajoy al recortar en un 64% las ya aprobadas "ayudas al carbón" para 2012 y que ponía en serio peligro el futuro de los suyos y de las empresas y comarcas del carbón.
Mientras ellos salían otros 10 mineros les hacían el relevo y se encerraban de nuevo en dos minas asturianas.

Desde el 23 de mayo, ya casi hace dos meses, los mineros del carbón se mantienen en huelga indefinida. Han realizado una larga marcha a Madrid desde Asturias, León y Teruel. Salen todos los días de manifestación o cortan las vías de comunicación con barricadas y enfrentamiento con los encargados de mantener el orden público. Sus mujeres se manifiestan en las Juntas, Congreso y Senado.

Sin embargo nada de esto parece hacer cambiar el plan establecido por el Gobierno que espera que la desunión de los sindicatos y el paso del tiempo haga el resto, mine la fuerza y la economía de los mineros y consiga que vuelvan al trabajo. Las minas, piensa, se irán cerrando una tras otra por falta de competitividad con el carbón importado. Problema resuelto ...

... Pero la lucha no ha hecho más que comenzar.


jueves, 5 de julio de 2012

El último guarda jurado del ferrocarril de Hejaz


El ferrocarril de Hejaz fue construido por los otomanos a comienzos del siglo XX con el objetivo principal de facilitar los peregrinajes a los lugares sagrados musulmanes de Arabia a la vez que favorecer el dominio militar en el Oriente Medio.
Los beduinos, igual que los indios americanos, nunca vieron con buenos ojos que camellos humeantes atravesasen sus desérticas arenas y las traviesas de madera sobre las que se sujetaban los raíles de hierro desaparecían de debajo de las líneas férreas para alimentar las hogueras de sus campamentos ambulantes.
La situación actual de Siria hace que el ferrocarril no se utilice como medio de transporte humano y  se limite al transporte de mercancías desde las minas de fosfatos hasta Aqaba.
Si hace 100 años eran miles los otomanos que abortaban dichos sabotajes hoy solamente un fiel vigilante canino guarda el buen mantenimiento de las vías de Hejaz.