Para no interrumpir su total dedicación al
estudio religioso el estado israelí les ha eximido de la larga milicia, 3 años,
que tiene que cumplir el resto de la juventud israelita.
Siguiendo el Génesis, creced y multiplicaros, los
jaredíes se casan a temprana edad con el único objetivo de tener el máximo
número posible de hijos, por lo que es habitual ver a estos Young blackmen ir acompañados de su
prole, en su diaria peregrinación al Muro por las estrechas callejuelas de la
vieja Jerusalén.