Ya en mi
adolescencia estaba considerado por los amigos como beligerante contra las
armas bélicas, valga la paradoja. Aún así, mi primer autorretrato fotográfico
lo realicé de un certero disparo con una escopeta de perdigón en una de las
barracas feriantes que año tras año acudían a mi pueblo por las fiestas
patronales, que ironía del destino, se celebran cada 18 de Julio.
desmantelamiento
Hace 1 día
2 comentarios:
Esta claro que a ti eso de la mili no se te dio bien. Seguro que el perdigonazo se lo llevó el tendero....
Pues yo creo que rompiste el palillo y conseguiste premio. Los que acostumbramos a disparar fotos solemos tener buena puntería
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