Un árbol longevo, de hoja perenne y de crecimiento lento que le da tiempo a presenciar varias guerras y tratados de paz, miles de tormentas y de calmas en un sóla vida.
Mable, de Melendreros (Bimenes), a sus 97 años, sin las prisas del hombre de la ciudad, esperaba pacientemente, a la sombra del texu que daba sombra a su casa natal, a que los pájaros excretasen las semillas del texu para sembrarlas en semilleros y posteriormente trasladarlas a Peña Mayor.
Él no solo cumplía la tradición de los lugareños de plantar all menos un texu a lo largo de sus vidas sino que lo hizo con cientos de ellos, de ahí hoy en Bimenes que se le conozca como "el Señor de los Texus".