En sus comienzos el deporte era solamente una actividad ociosa del hombre.
La participación femenina en las olimpiadas no fue posible hasta
principios del siglo XX, aunque
ésta solamente fuera en los deportes de tenis, croquet o golf.
Fue en las olimpiadas de 1928 cuando la mujer pudo participar en algunas pruebas de atletismo, pero tuvieron que esperar a las olimpiadas de 1984 para competir en su primera maratón y aún tuvieron que esperar hasta hace 8 años para que se les
permitiera participar en los 3.000 metros obstáculos.
Superados todos los "obstáculos" olímpicos, hoy compiten en
pruebas como las The Mud Day,
Spartan y Farinato Race
en las que tienen que superar pruebas tan duras que seguramente serían castigadas por la
ley si su participación en ellas no fuera voluntaria.