Tenía la peor profesión del mundo.
Era el encargado de mantener limpio el Siq, angosto desfiladero, que conduce al Tesoro. Los nabateos se empeñaron en esculpir centenares de fachadas que simulaban templos, cuando en realidad tenían fines funerarios, en las laderas montañosas de toda Petra y el usual viento que soplaba por el desfiladero hacía que la arenisca sobrante de dichas excavaciones se amontonase todos los días a los pies del desesperado barrendero de Petra.
1 comentario:
Pues ese tiene mucho trabajo seguro.... con quitar arena tiene bastante...
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