Apenas había cumplido el año y, en su inocencia, disfrutaba siendo la protagonista del día en la boucherie.
No era consciente de que las múltiples y furtivas miradas de los viandantes, en aquella mañana de mercado, no eran de admiración hacia su buena presencia sino de gula pensando en saciar su hambre contenida.
1 comentario:
Ley de vida. La vida que nos hemos montado... tal vez por ignorancia.
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