miércoles, 25 de diciembre de 2013

Madre de alquiler


    De todos los animales que había creado con el que menos satisfecho estaba Yahveh era con el Homo Sapiens. Tal era su descarrío que el Sr. de los Cielos tomó una drástica solución: Tener un hijo y sacrificarlo para que este inmenso dolor redimiese al hombre de sus grandes e inmensos pecados. Alabado sea el Señor.
    Pensó el Creador cuál sería la mujer adecuada para concebir su hijo Redentor y tras desechar numerosas bellas y jóvenes vírgenes libres de compromiso terrenal se decantó por la judía María, casada con el carpintero de Nazareth, sin haber realizado comentario alguno de sus planes al honesto carpintero. Misterios incomprensibles del Señor, pensó sumiso José.
    Así María pasó a ser la primera Madre de alquiler sin que José haya cobrado renta alguna, que se sepa.

2 comentarios:

Sonia Begega. dijo...

Realmente lo describiste tal cual.Nunca lo había pensado y....ya ves,despues pensamos que son los tiempos modernos los que nos hacen llegar a practicar éstos tipos de "contratos".

bart dijo...

Qué bueno! Habrá que explicárselo a Gallardón!

:D