Ambos descansaban su largo recorrido de vida compartiendo en silencio, sentados, sus fatigadas pasadas correrías en su habitual preferido banco vespertino. Dejaban pasar, en complicidad, lentamente, las horas de la tarde, cuando algo, les hizo girar sus cansadas vistas en la misma dirección. El largo tiempo compartido también había conseguido que coincidiesen sus preferencias visuales.
1 comentario:
Que gozada de foto...... entrañable donde las haya....
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