lunes, 16 de agosto de 2010

Viendo pasar el tiempo


Aún resuenan en sus oídos los aplausos del público cuando logró su última carrera en aquel lejano Industriales . Metropolitanos del final del 69. Hoy, sentado en el quicio de la puerta, los únicos sonidos que pueblan sus pensamientos son los producidos por el paso monótono y continuo de las hojas del interminable calendario.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy lindo y muy sentido...

diario de dime ho dijo...

Gracias Klau. Me llamó la atención que las agujas del reloj en Cuba avanzan a un ritmo mucho más lento que aquí en Europa.
En mi visita a Cuba encontré a muchos cubanos sentados a las puertas de sus casas viendo pasar su relentizado tiempo.