Aún resuenan en sus oídos los aplausos del público cuando logró su última carrera en aquel lejano Industriales . Metropolitanos del final del 69. Hoy, sentado en el quicio de la puerta, los únicos sonidos que pueblan sus pensamientos son los producidos por el paso monótono y continuo de las hojas del interminable calendario.
2 comentarios:
Muy lindo y muy sentido...
Gracias Klau. Me llamó la atención que las agujas del reloj en Cuba avanzan a un ritmo mucho más lento que aquí en Europa.
En mi visita a Cuba encontré a muchos cubanos sentados a las puertas de sus casas viendo pasar su relentizado tiempo.
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