Solo le queda una memoria residual. Se ha olvidado de sus últimos años y para su desgracia solo le queda su memoria histórica.
Le tocó, en su adolescencia, ser el sostén de su familia. Su padre fue uno de los muchos fusilados en nuestra última guerra civil.
Comenzó muy joven en el duro trabajo de la mina hasta que un derrabe y la silicosis le apartaron de ella. Vendió las vacas de su familia y rehizo su vida lejos de su natal Bueida.
Su memoria le falla pero aún recuerda aquello que con más fuerza quiere olvidar.
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