Todos los años, coincidiendo con el aniversario de la II República, suben al cementerio del Sucu, y en silencio recuerdan a sus seres queridos que, junto a sus compañeros, descansan en una fosa común.
Al fondo se oyen los acordes del Himno de Riego interpretado por los largos y huesudos dedos de un viejo republicano acordeonista.
1 comentario:
Bellos fragmentos...
Y, con la músiquilla de tus palabras, hasta se oye el acordeón, a lo lejos...
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