jueves, 7 de junio de 2012

Manolo @Preciado


Hoy, sobre Gijón, se levantó un fuerte viento del Norte que no presagiaba nada bueno. Convirtió en inhóspita la Playa Habitada de Gijón, despejó de nubes el ahora azul cielo y se llevó también con él a una de las personas más querida por el pueblo gijonés.
Manolo Preciado era un hombre del Norte, de los nuestros, de los que se entregan en cuerpo y alma, de voz ronca pero clara, de los que hacen camino al andar.

Como dijo Miguel Hernández en Vientos del Pueblo:

“Los bueyes mueren vestidos

de humildad y olor de cuadra:

las águilas, los leones

y los toros de arrogancia,
y detrás de ellos, el cielo

ni se enturbia ni se acaba.

La agonía de los bueyes

tiene pequeña la cara,

la del animal varón

toda la creación agranda.

Si me muero, que me muera

con la cabeza muy alta.

Muerto y veinte veces muerto,

la boca contra la grama,

tendré apretado los dientes

y decidida la barba.

Manolo Preciado, Gijón te quiere.

1 comentario:

oloramara dijo...

probe preciadín, que descanse en paz que merecido se lo tiene