martes, 15 de septiembre de 2015

Cientoveintemil



Una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, (1945), los 5 países más poderosos del mundo, Francia, China, Reino Unido, Estados Unidos y la Unión Soviética decidieron crear una organización (ONU) que ayudase a mantener la paz y la seguridad internacional.
Uno de los logros más destacados de la ONU fue, en 1948, proclamar la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Otro logro muy importante fue la creación de ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) con la finalidad de ayudar a los europeos desplazados a causa de la Segunda Guerra Mundial. Si en un principio se creó para un mandato de tres años, con el objetivo de completar sus labores humanitarias, y luego disolverse; hoy, 65 años más tarde es aún mucho más necesaria su presencia. Aunque esta vez no sea para ayudar a los europeos sino a ciudadanos provenientes del Oriente Medio y de África.
Desde su creación ACNUR ha ofrecido protección y asistencia a decenas de millones de refugiados, buscando soluciones duraderas para muchos de ellos. Los patrones globales de migración se han vuelto cada vez más complejas en los tiempos modernos, con la participación no sólo de los refugiados, sino también a millones de inmigrantes económicos.
A finales de 2009, la población total bajo el amparo de ACNUR era de 40 millones de personas. Las nacionalidades de la mayor parte de los refugiados o desplazados son afganos (2,9 millones), colombianos (2,5 millones), iraquíes (1,8 millones), sudaneses (1,6 millones) y somalíes (839.000).
En 2011 comienza la guerra civil en Siria y en estos 4 años más de 2 millones se refugian en los países musulmanes vecinos de Líbano, Turquía, Jordania e Irak, con más de 500.000 sirios cada uno. Se trata de la peor crisis humanitaria del Siglo XXI.
Pero no fue hasta ahora, con el éxodo de 160.000 sirios atravesando toda Europa en busca de refugio, cuando los estados europeos toman conciencia de la magnitud del grave problema del pueblo sirio.
La Comisión Europea (C.E.)  ha propuesto distribuirlos entre los 28 estados miembros, pero ha retrasado la decisión al mes de Octubre. Se nota que entre los 120.000 no hay ningún europeo.
A España le corresponden 15.000 pero, como siempre ocurre en nuestro país, no todos están por la labor de dar la bienvenida a los refugiados sirios. No son de los nuestros dicen. Quizás tampoco el millón de refugiados republicanos españoles, motivados por la Guerra Civil, fuera de ellos.