Sus ojos observan las olas del mar mientras su mente viaja hasta su alto Tibet. Hoy purifican el ambiente de Gijón y equilibran su horizonte. Más complicado será armonizar la mente y el cuerpo de los "playus".
Tras 50 años analogizados nuestras imágenes televisivas se digitalizan y se convierten en menos ruidosas y sin tantas interferencias. Mientras tanto las monstruosas torretas que sujetan las antenas continúan decorando las cumbres de nuestros bosques a la espera de una nueva era.